lunes, 22 de septiembre de 2008
La Situación Boliviana
Reflexiones sobre Bolivia
Muchos académicos de la Historia plantean a sus pupilos que la disciplina tiene un carácter lineal y en concatenación con otros hechos del pasado, pero son más las veces que la Historia toma una forma de espiral, casi cíclica, en la cual podemos encontrar síntomas casi inequívocos de que la Historia vuelve a repetirse, esta vez con una nueva temporalidad y escenario, pero los tópicos del guión que lleva los hechos, parecen haber sido sacados de una obra teatral ya vista antes por todos nosotros.
Me refiero al escenario que se ha generado en Bolivia durante estos últimos meses, donde la Lucha de Clases, se hace cada vez más realidad. Por una parte, tenemos a los excluidos del país altiplánico, que por primera vez, se ven representados en el gobierno por uno de los suyos, no es pobre, pero si un indígena con tal pasado, es Evo Morales que lleva adelante un plan revolucionario para ese país vecino y hermano, y quien acaba de ser apoyado por cerca del 67% de los votos en un referéndum que lo confirmó en su cargo. Mientras que el otro sector político, se encuentra la minoría oligarca del país, la que quiere esas reformas impulsadas por Morales, la que niega la legitimidad del gobierno que este encabeza con gran apoyo popular. Una vez más, las minorías de una nación pobre y explotada como es Bolivia, pretende imponer sus términos e intereses en favor de los poderosos.
Como se observa, los actores son los mismos, grandes masas de pobres excluidos contra un puñado de poderosos oligarcas, que se hacen asesorar por los Estados Unidos, tal cómo pasó en Chile con la experiencia de la Unidad Popular. Las reformas planteadas por los representantes del pueblo boliviano no son negocio para el capital yankee y sus colaboradores de la oligarquía nacional boliviana, más aún cuando han generado una nueva crisis del capital que pretenden que las clases más desposeídas las paguen a un alto costo.
Ahora, ya tenemos la experiencia del intervencionismo yankee en América Latina de los años '60 y '70, sabiendo que dónde hay aires de libertad y verdadera democracia y justicia social, intervienen de manera nefasta, tal cómo Chile, pues se repiten los actores y las condiciones objetivas. Es tiempo de jugar con sus mismas reglas del juego, defender la democracia implica entonces, denunciar todas acciones de boicot e intervencionismo de los oligarcas bolivianos y norteamericano, que se declare Estado de sitio y queda por parte del gobierno, que se descabece la plana de oficiales de las FF. AA. que no respeten la institucionalidad boliviana y que se suspendan todas las acciones políticas y económicas con los EE.UU., para que sean los mismo bolivianos en su conjunto los que lleven adente su futuro.
El pueblo boliviano, tiene ahora en sus manos la fuerza y lecciones de la Historia en sus manos, no dejemos que se repita el sino de Allende y de todos aquellos que en nuestro continente han llevado adelante la inclusión de las grandes masas de América Latina, porque la Historia también nos ha mostrado que el Imperialismo no es signo de desarrollo y democracia, no creamos más en falacias y en estructuralismos del lenguaje...Por una América libre y con plena derecho a la autodeterminación, que un puñado de poder oligarca no destruya la ilusión de una nación completa de lograr una inclusión en los temas básicos... Apoyemos a Evo Morales y al pueblo de Bolivia que lo sostiene...Apoyemos la institucionalidad de un reformista como Morales.
Sin ser ingenuos, escuchemos las voces de la Historia, para que la matanza, el exilio, la opresión y las violaciones a los Derechos Humanos no se repitan en Bolivia...Que todos los chilenos y americanos no traicionemos las ilusiones, tal como lo hizo nuestro actual gobierno...
Viva Morales, Viva Bolivia....
Adolfo Delgado Herrera
Muchos académicos de la Historia plantean a sus pupilos que la disciplina tiene un carácter lineal y en concatenación con otros hechos del pasado, pero son más las veces que la Historia toma una forma de espiral, casi cíclica, en la cual podemos encontrar síntomas casi inequívocos de que la Historia vuelve a repetirse, esta vez con una nueva temporalidad y escenario, pero los tópicos del guión que lleva los hechos, parecen haber sido sacados de una obra teatral ya vista antes por todos nosotros.
Me refiero al escenario que se ha generado en Bolivia durante estos últimos meses, donde la Lucha de Clases, se hace cada vez más realidad. Por una parte, tenemos a los excluidos del país altiplánico, que por primera vez, se ven representados en el gobierno por uno de los suyos, no es pobre, pero si un indígena con tal pasado, es Evo Morales que lleva adelante un plan revolucionario para ese país vecino y hermano, y quien acaba de ser apoyado por cerca del 67% de los votos en un referéndum que lo confirmó en su cargo. Mientras que el otro sector político, se encuentra la minoría oligarca del país, la que quiere esas reformas impulsadas por Morales, la que niega la legitimidad del gobierno que este encabeza con gran apoyo popular. Una vez más, las minorías de una nación pobre y explotada como es Bolivia, pretende imponer sus términos e intereses en favor de los poderosos.
Como se observa, los actores son los mismos, grandes masas de pobres excluidos contra un puñado de poderosos oligarcas, que se hacen asesorar por los Estados Unidos, tal cómo pasó en Chile con la experiencia de la Unidad Popular. Las reformas planteadas por los representantes del pueblo boliviano no son negocio para el capital yankee y sus colaboradores de la oligarquía nacional boliviana, más aún cuando han generado una nueva crisis del capital que pretenden que las clases más desposeídas las paguen a un alto costo.
Ahora, ya tenemos la experiencia del intervencionismo yankee en América Latina de los años '60 y '70, sabiendo que dónde hay aires de libertad y verdadera democracia y justicia social, intervienen de manera nefasta, tal cómo Chile, pues se repiten los actores y las condiciones objetivas. Es tiempo de jugar con sus mismas reglas del juego, defender la democracia implica entonces, denunciar todas acciones de boicot e intervencionismo de los oligarcas bolivianos y norteamericano, que se declare Estado de sitio y queda por parte del gobierno, que se descabece la plana de oficiales de las FF. AA. que no respeten la institucionalidad boliviana y que se suspendan todas las acciones políticas y económicas con los EE.UU., para que sean los mismo bolivianos en su conjunto los que lleven adente su futuro.
El pueblo boliviano, tiene ahora en sus manos la fuerza y lecciones de la Historia en sus manos, no dejemos que se repita el sino de Allende y de todos aquellos que en nuestro continente han llevado adelante la inclusión de las grandes masas de América Latina, porque la Historia también nos ha mostrado que el Imperialismo no es signo de desarrollo y democracia, no creamos más en falacias y en estructuralismos del lenguaje...Por una América libre y con plena derecho a la autodeterminación, que un puñado de poder oligarca no destruya la ilusión de una nación completa de lograr una inclusión en los temas básicos... Apoyemos a Evo Morales y al pueblo de Bolivia que lo sostiene...Apoyemos la institucionalidad de un reformista como Morales.
Sin ser ingenuos, escuchemos las voces de la Historia, para que la matanza, el exilio, la opresión y las violaciones a los Derechos Humanos no se repitan en Bolivia...Que todos los chilenos y americanos no traicionemos las ilusiones, tal como lo hizo nuestro actual gobierno...
Viva Morales, Viva Bolivia....
Adolfo Delgado Herrera
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